Hace un tiempo tuve un problema con las vainas vacías de los cartuchos de caza, hoy he preparado un artilugio que evite que salgan disparadas de mi escopeta semi-automática, perdiéndose involuntariamente en el monte. He probado otro sistema y con aquel las tiraba más cerca, pero yo prefiero que queden prácticamente en la mano.
Siempre he recogido dichas vainas, pero ahora tengo más dificultades para andar y con las muletas tenía que andar entre las zarzas buscando, también pidiéndoles a mis compañeros que me las recogiesen. Siempre pienso que uno mismo tiene que procuran ser lo más autónomo y autosuficiente posible, incluso en el tema de la caza también. El problema se podría solucionar llevando una escopeta superpuesta o yuxtapuesta, pero suelo decir que yo ya soy mayor para que me estén golpeando el hombro, prefiero tirar con esta escopeta que pega menos golpe de retroceso.
El precio de un caza vainas comprado no es caro pero ¡lo que me divierto haciéndolo! me perdería eso.
El material empleado ha sido placas vírgenes de circuito impreso que tengo por aquí por casa, no me costaron nada en su día.
He hecho un soporte que va pegado con cinta autohadesiva de doble cara a la escopeta, también de placa,
Para desacoplar simplemente sacar el pasador.
Lo he forrado de plástico negro. También lo he cosido yo.
Cerrado casi en su totalidad.
Ahí vemos una vaina vacía en el recogedor.
Falta la prueba práctica en el campo.
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