Hoy como último domino de enero y aprovechado el buen tiempo, hemos sacado el Austin Victoria a dar un paseo, llevaba tiempo encerrado en el garaje sin salir y es conveniente sacarlos para que anden.
Llevaba tiempo pensando en ir a comprar una hogaza de ese pan rústico de masa madre que me gusta, más que por el pan es por tener un punto fijo al que ir, por no ir sin rumbo.
Bajamos por la carretera y por el Puerto de Altube, con estos coches se va mejor que por la autopista.
Llegamos al Puerto de Altube, esta es la cima del puerto.
En este punto es el final del puerto.
Como voy de copiloto me entretengo sacando fotos, esta es del cuadro de mandos.
Este coche la van mejor bajar las carreteras que subirlas, va más alegre; las pendientes se le atragantan un poco, es que es mayor, está matriculado en enero de 1973 por lo tanto tiene cincuenta y un año y es que uno se acostumbra a los coches modernos que en muchos casos les sobran caballos, a este le faltan, pero es voluntarioso.
Salimos de Amurrio, hemos estado un rato parados en un control de la policía autonómica, le he preguntado a un agente a ver por qué nos paraba, me ha dicho que era un control rutinario, ha mirado todos los papeles y los ha mirado con detenimiento, pensé que no iba a llegar ya a comprar el pan, que cierra la panadería a la una. No ha habido ningún problema, me gusta llevar todo en regla, al parecer el agente era muy observador, me ha dicho que las ruedas estaban un poco bajas y nada más.
Ya estamos cerca de la panadería, un poco más y hemos llegado.
Mientras la Sra. iba a comprar el pan, yo me he entretenido sacando alguna foto, no nos ha sobrado mucho tiempo, son la una menos cinco minutos.
El anagrama del volante.
El coche durante la espera.
Otra foto del perfil bueno, 😂
Ahora nos faltan cuarenta y nueve kilómetros para llegar a Vitoria, está un poco lejos la panadería, pero al coche le viene bien hacer esos cien kilómetros cada cierto tiempo.
Otra pendiente, le animamos al coche para ver si así sube mejor pero ¿qué queremos?, da todo lo que puede y no se le puede exigir más.
Por fin llegamos a Vitoria, ahora a guardar el coche y enseguida a probar el pan.
Hoy le he dicho a la "jefa" que comprara dos hogazas y me ha complacido, una la congelaré troceada e iré sacando trozos para la semana.
Como he dicho antes, el comprar el pan es la escusa para ir a un sitio concreto y rodar el coche unos cien kilómetros.
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