Primer domingo del mes de enero. Por fin se pasaron las Navidades, Año Nuevo y Reyes, por fin volvemos a la normalidad. Hoy nos ha amanecido un día gris con algo de niebla y lluvia escasa, no ha sido impedimento para sacar un coche e ir a darnos un paseo y comprar unos panes de los que a mí me gustan, no para todos los días pero sí de cuando en cuando.
Como casi siempre hemos ido por el Puerto de Altube por la carretera no por la autopista, estos coches con años van mejor por las carreteras sinuosas y al tran tran.
El coche de hoy el Opel Astra que en septiembre hará treinta años. La conductora la habitual de este coche.
Carretera de Altube.
En este punto comienza el descenso del puerto de Altube,
Llegamos a Amurrio.
Seguimos ahora dirección Arciniega.
Pasamos por Respaldiza ya próximos a la panadería.
La panadería aún conserva los adornos navideños.
La Sra. ya trae el pan bajo el brazo.
Sólo les quedaba este choripán, pues nada para mí no llega, y eso que me decían cuando yo era pequeño <<cuando seas padre comerás huevos >> ahora resulta que esto ha cambiado, las cosas son para los hijos, en que mala época nací yo.
Disfrutando de los campos verdes.
Ya estamos de vuelta, otra vez el puerto de Altube.
Los túneles de Aiurdín.
Son la una y media del día ocho de enero de 2023 y la temperatura exterior es de 10,5 grados centígrados.
Llegamos a casa después de dejar el coche en el garaje y lo primero es sacar el pan de la bolsa y ponerlo sobre la mesa.
Ese pan rústico y recio, me recuerda a aquel que tenían mis abuelos paternos que amasaban en su horno y que duraban una semana los panes amasados y, quizás fuese que tenía buen diente, no me parecía duro.
Empiezo uno de los panes y tiene buen corte.
Ese pan con este plato que me ha preparado la Sra., que aún hierve por su gratinado, gloria vendita.
