El tiempo corre que vuela, ya estamos en el último domingo de enero. Si parece que fue ayer cuando estábamos preparándonos para el cambio de año, ya ha transcurrido un mes, será por eso que yo cuando me miro en las fotos, me veo más grande y más mayor. Ahora lo voy teniendo claro: más grande, es que subo de peso y más mayor porque se pasa el tiempo tan rápido que de una vez a otra ya ha transcurrido un tiempo, primero me salieron canas, ahora me peino con raya ancha y la frente despejada.
Para despedir el último domingo de mes y para no ser menos que los otros domingos, hemos sacado del garaje un coche que lleva mucho tiempo parado. No tenemos prácticamente tiempo, hoy se me han pegado las sábanas y no tenía muchas ganas de levantarme.
Por fin ya está todo en orden, ducha incluida y la Sra. ha dejado todo dispuesto para cuando llegásemos de nuevo a casa tener la comida lista.
Mi hijo ya había ido a hacer alguna cosa a los coches, ¡¡y pensamos nosotros!! ¿nos vamos hasta allí? vamos.
Llegamos y estaba poniendo bien los focos del Renault 4L, le digo a la Sra. me llevas con el Saab a dar un paseo hasta el pantano y volver, bien.
Vamos que nos vamos.
