Ayer día diecinueve de junio se celebró la vigésimo octava edición del día del cazador y pescador En Dima (Vizcaya). Hemos estado dos años sin poder acudir a este evento por estar suspendido por motivos del COVID 19. Ayer se levantó la veda utilizando el argot cazador y pudimos acudir de nuevo después del parón que sufrimos.
La víspera del evento le comenté a mi Sra. ¡mañana voy a ir a degustar un par de talos, para el que no sepa lo que es un talo (El talo es una torta fina tradicional de la cocina vasca que se elabora con harina de maíz y agua que se cocina a la plancha)
Pues a por ellos, yo no cazaré pero subir a monte y almorzar para mí es lo mejor de la caza. Hoy son los talos aunque luego no coma.
Pedimos el primero de chorizo, como se puede apreciar con un tamaño considerable, no sobró nada.
Un paseíto por la feria y volvimos a mismo sitio pese a que había más lugares que vendían los talos, yo el siguiente me lo pedí de panceta por no utilizar anglicismos.
El talo finito y bien relleno.
Ahora sí, ya con las fuerzas repuestas vamos a ver todo lo que hay que siempre es variado, puestos de pan y dulces.