Ya comenté ayer que tenía cita para pasar la ITV a mi Crhysler Neón, vencía el día siete de diciembre y no quise esperar más por si con este tiempo se pone a nevar o se me olvida después de tanta fiesta.
Salimos de Vitoria dirección a Miranda de Ebro, el tiempo de lluvia y abundante tráfico debido a la proximidad del puente de diciembre.
Hoy he ido yo de chofer y mi acompañante para que me pagara la inspección, además de que como uno ya va para mayor no perderme en el camino.
Llegamos a la hora convenida y también estaba concurrido el local, se salían del recinto los vehículos que esperábamos turno.
En la puerta de la entrada veo un Porsche 911 carrera 2, que bonito.
Total que los dos coches que nos separaban no llevaban la cita y se tuvieron que marchar, ya era tarde y había muchos coches, tuve la oportunidad de estar a la par antes de entrar a la inspección, cuando el señor que llevaba el Porsche vino de hacer el papeleo, le dije ¡he estado pensando en cambiártelo, pero como no tiene las llaves! el señor miró mi coche, se rio y no me dijo más, yo creo que no estaba por la labor.
Bueno por intentarlo no pasa nada, fijaros que dice pues sí, si quieres hacemos el cambio, esta vez no ha habido suerte, pero y si cuela.😉
Ya en puertas, era tarde. Muy cerca de la hora de salida y tenían una línea averiada. El coche ha salido con la hoja de servicio impoluta y ya son veintitrés añitos los que tiene, ¿Qué más quisiera el del Porsche?
Hoy me tocó en suerte un inspector un poco crecidito y me contuve pero merecía un exabrupto por su trato.
Uno ya tiene una edad, es la edad en la que no tiene que soportar a nadie sus impertinencias.
