31.5.06

SIMCA 1000

En el año 1962, fue introducido para su fabricación en España el modelo SIMCA 1000, cuyas primeras unidades iban equipadas con un motor de 45 CV SAE.

A los equipados en España, se les equipó con un motor un poco más potente que el anterior de 50 CV SAE pero sin variar la cilindrada de 944 Cm3.

Desde este año, y hasta el fin de fabricación del modelo se han ido introduciendo notables mejoras para aumentar el rendimiento y comodidad de los vehículos.

Hasta 1968, todas las versiones del modelo 1000 iban equipadas con el motor tipo 315; a partir de ese año, se les equipa con un nuevo tipo de motor que pasa a denominarse 349, con variaciones importantes respecto al anterior.

El Simca 1.000 llegó a España, con una fuerte experiencia en Francia, y en los mercados de la Simca francesa. Fuerte experiencia, aunque no fuerte éxito, porque el vehículo no destacaba demasiado entre otros similares en prestaciones, de la competencia. Aquí en España, la competencia era menos despiadada, y el coche pudo haber tenido, en principio, una aceptación más afortunada, a no ser por las deficiencias que su precipitada salida, acarreó. Teóricamente, era y es, un coche interesante. En la práctica, dejó bastante que desear, en esa su salida impetuosa. Luego, con el tiempo, se fueron serenando las cosas, y el vehículo fue saliendo, con esas asperezas limadas. Y Barreiros no se conformó con ello, sino que fue introduciendo paulatinamente mejoras, que lo reivindicaban ante la crítica, y sobre todo ante el cliente. Primero fue un ligero aumento de potencia; luego, perfeccionamiento en los sistemas de dirección y suspensión, que afectaron sensiblemente a la estabilidad, tan baqueteada; y, posteriormente, unificación de las tres versiones (normal, gran lujo, y gran lujo especial), en una sola, con mas razón de ser, teniendo en cuenta la existencia, más o menos inmediata, de otros vehículos de la marca. El Simca 1.000 es, en efecto, un cinco plazas, y que, por tanto, se cumple con justicia, lo enunciado en la propaganda, hemos de decir, que la segunda parte de dicha propaganda, deja bastante que desear. Se dice, que es un " cinco plazas con nervio". Y si lo de cinco plazas es justo, no lo es en cambio, lo del nervio. Porque, precisamente es ése, uno de los defectos del coche: su falta de potencia. Y no es que pretendamos que un motor de 1.000 c.c. haya de ser exageradamente potente, pero desde luego, éste del Simca 1.000 es menos potente que otros coches similares, del mercado, y que, sin embargo, no presumen de "nervio", en su propaganda comercial. Lo del nervio le sirvió para que sacasen un chiste que decía ¡SIMCA el filete de los pobres! Luego añadían es que es para cinco y con mucho nervio.
Hubo que esperar a 1970 para asistir al nacimiento del Simca 1000 GT, que gracias a la producción de los Simca 1200 hace viable la creación de un Simca 1000 más potente. Este modelo, bastante llamativo por fuera, utiliza el motor de 1.204 cc con un carburador monocuerpo y consigue 61 CV a 5.800 rpm. En comparación con el Renault 8 TS, el Simca lleva algo de ventaja en frenos, dirección y estabilidad, notándose la mayor cilindrada de su motor en las cifras de prestaciones. Sin embargo, su escaso rendimiento en la zona alta del cuentavueltas viene prefijado por una carburación poco generosa, que desaprovecha la capacidad de los motores Simca para alcanzar regímenes elevados.

Como el Simca 1000 GT no acababa de responder a las expectativas puestas en él, Chrysler España, que había tomado en 1970 las riendas de la antigua Barreiros, lanza a los pocos meses el Simca 1000 GT Rallye, ya con servofreno y un carburador de doble cuerpo que le permite alcanzar 74 CV SAE a 6.000 rpm. Por fin hay un Simca 1000 que corre de verdad, pero ahora la suspensión trasera va tan alta de origen que hace imposible rodar fuerte por carreteras retorcidas, salvo recortando los muelles traseros. Además, el sistema de refrigeración tiene dificultades para asimilar la mayor potencia. Visto el panorama, el 1000 GT Rallye desapareció del catálogo en 1972 y dejó en exclusiva al tranquilo Simca 1000 Special como única versión con motor 1200. Aun con todo, los Simca 1000 deportivos seguirían corriendo en rallies y circuitos, pero con el Simca 1200 como alternativa más razonable. En cambio, los Simca 1000 preparados continuaron en activo en las carreras en cuesta hasta bien entrados los años ochenta, aprovechando su ligereza, la batalla corta o las grandes posibilidades de su bastidor y mecánica.
Y así llegamos a septiembre de 1976, cuando los compactos tracción delantera (Seat 127 y 1200 Sport, Renault 5, inminente Ford Fiesta) iban arrinconando a los "todo atrás". Los Simca 1000 seguían en venta, aunque sus cifras de producción en Villaverde languidecían en torno a las siete mil unidades/año, y es en ese momento cuando se presenta nuestro 1000 Rallye. Disponible en llamativos tonos de carrocería (amarillo, verde o rojo) el Simca 1000 Rallye llegaba demasiado tarde, pero con buena parte de sus defectos convenientemente solucionados.
Para empezar, el radiador y la batería habían pasado a ir delante, con lo que el reparto de pesos a depósito lleno queda en un interesante 40/60, y han desaparecido los problemas de calentamiento. Además, las suspensiones de ambos ejes están rebajadas, y en el eje trasero es visible la caída negativa en ambas ruedas. Si a esto sumamos unas llantas con cinco pulgadas de anchura de garganta, unos amortiguadores duros y un peso en catálogo de 810 kg, ya tenemos el esquema básico del modelo, independientemente de su aspecto externo más o menos llamativo.

Esta es la documentación que había en la época para los coches, esta concretamente pertenecía a un simca 900 que compró mi padre para desplazarnos en vacaciones, ir a la playa, etc. Yo era el único que lo conducía, mi padre no sacó el carné de conducir. Yo tuve al Simca 900 hasta que lo cambié por un Simca 1200 GLS. El Simca 900 no nos salío nada mal, lo único que le pudimos achacar es la corrosión de la carrocería, con cuatro años se había perforado la carrocería en varios sitios, y no estuvo a la intemperie, se guardó en garaje.
Anterior al Simca 900 ya había tenido un Simca Aronde, era un BI-21555. Este lo compramos entre varios amigos cuando yo tenía dieciocho años y recien estrenado el carné, nos duró poco, estaba bastante podrido por los bajos, recuerdo en un viaje que hiciemos a Medina de Pomar (Burgos) se nos rompió el soporte de una ballesta trasera y de regreso a Bilbao, iba con el morro del coche por el medio de la carretara y la trasera por la cuneta, acabó su vida al romper una biela y esta rompió el árbol de levas y mucho más, de ahí al desguace. Nos costó muchas horas de trabajo hasta que conseguimos pagarselo a nuestro jefé que nos prestó el dinero para comprarlo, tuvimos que meter horas extraordinarias a tope para liquidar la deuda.

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