La reparación consintió en hacer un porta escobillas artesanal para que volviese a funcionar. Comentaba también que teníamos otro de repuesto adquirido en el desguace. En tanto en cuanto lo reparaba colocamos el del desguace y ¡oh! no funciona; ya tenemos trabajo. Ahora a desmontar el otro motor y a ver que nos encontramos con la intención de repararlo y tener siempre uno de repuesto.
El anterior tenía quemado el portaescobillas.
Ahora a revisar el otro, tiene los cables empalmados, mi hijo le había echado grasa nueva antes de comprobar su funcionamiento.
Este estaba peor que el otro, había llevado un calentón que se había derretido todo el aislante.
Después de retirado todo lo quemado, compruebo con el polímetro y no se había quemado ningún cable del bobinado, lo aislo, lo monto con todo puesto y funciona. Ya tenemos repuesto, no muy fiable pero para salir del apuro vale.
Será casualidad o bien hay que hacer un mantenimiento y ya cuando tiene unos años revisar las escobillas para que no se atasquen y acaben quemando todo.
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