Ayer hemos estado en Basauri toda la tarde, nos hemos juntado con unos amigos y una buena tertulia acompañada de unas cervezas, yo lo he pasado bien, vamos para repetir.
Al salir de Vitoria por la autovía me encontré con esta Renault que por su matrícula ya supera los treinta y ocho años.
Casi siempre vamos por la carretera en vez de utilizar la autopista, es más económico y más ameno el recorrido, ya se empiezan a ver los efectos del otoño y transforma a los árboles en una paleta de colores.
En esta carretera no suele haber mucho tráfico y se puede disfrutar del paisaje.
Casi sin darnos cuenta nos hemos acercado a Basauri ahí está el desvio.
Vista desde la carretera de la iglesia de San Pedro.
El monumento al irrintzi en la entrada a Basauri. Se define al irrintzi como un grito estridente, sonoro y prolongado de un solo aliento. Es un grito ancestral vasco que se lanza sobre todo en las fiestas populares, al parecer puede llegar a 120 decibelios.
Había tráfico abundante y la calle concurrida.
Son muchos los recuerdos que tengo de Basauri que aún perduran en mi mente pese a que llevo muchos años fuera pero no pierdo la oportunidad de volver cuando se presenta la ocasión.
En Vitoria también hay pasteles y bollería pero ya que estamos aquí nos surtimos.
No he coincidido con muchos conocidos y he pensado que "había muchos forasteros" 😂😁
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