Hoy sábado, viendo por la ventana un sol envidiable en un día de invierno, me apetecía salir con el coche a dar un paseo.
El coche que hemos llevado, ha sido el Opel Astra GSI de mi hijo, o sea, que hoy hemos tirado con pólvora ajena, debido a que ha puesto el coche y la gasolina. Ya lo dice el refrán: hay que vivir de los padres hasta que se pueda vivir de los hijos.
Este es un recorrido muy habitual para nosotros que aprovechamos dos cosas, hacemos un recorrido y compramos pan ¿Cuál es más importante? no lo sabría decir, son complementarios.
He andado mucho por alrededor de este monte, nunca había subido a la cima y tenía ganas de subir, menos mal que lo conseguí, me llevaron con Land Rover cuando yo ya no podía hacerlo, lo agradezco que pudiera cumplir aquella cosa que tenía que no había subido nunca y ya no podría hacerlo. No hay que perder las esperanzas. Foto de hace unos años, ahí se pueden ver las dimensiones de la cruz al ver los cimientos.
Salimos hoy por aprovechar el sol, quizás mañana no haga buen día y así ya tenemos la salida semanal con un coche clásico.
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