QUE ILUSIÓN TENER DE NUEVO EL KADETT EN LA CARRETERA.

 Hoy domingo veintidós de agosto, ya apunto de finalizar las vacaciones, no es que tengamos que incorporarnos de nuevo al trabajo, eso quedó atrás hace años, ya como costumbre después de tantos años esperando las vacaciones y finalizarlas al concluir agosto, no se acostumbra uno a que ya está liberado del trabajo remunerado.

Hoy le ha tocado en suerte al Opel Kadett el salir a hacer unos kilómetros, no lo puedo conducir pero si puedo sentir lo mismo que cuando yo lo conducía, su empuje y unas cuantas virtudes más. Qué recuerdos me trae este coche, en vida de mis padres íbamos todos juntos de vacaciones en él, nunca nos dio un problema, lo hemos tenido unos años guardado de baja temporal, ahora ya está de nuevo en marcha y podemos disfrutar aún con él con sus treinta y un años.  

Esta mañana hemos hecho un recorrido muy habitual, los hemos sacado para ir a comprar pan, como siempre salimos tarde, cerca de la una del mediodía, la panadería que solemos ir cierra a la hora que hemos salido nosotros de casa. He buscado otra muy próxima a la otra que cierra a las dos y media, pues a esta vamos. Nos ha costado un poco encontrarla pero preguntando se llega a Roma.

Ya tenemos el pan, pues ahora regreso a casa. Hoy se me ha olvidado la cámara de fotos y he utilizado el móvil para hacer las fotos.

Durante la ida no he sacado ninguna foto, es un recorrido que hago con cierta frecuencia, pero al regreso he pensado que con el teléfono podría hacer unas fotos y ahora tendría un momento de entretenimiento más escribiendo en el blog.

Foto tomada en el inicio de ascenso al puerto de Altube, que bien sube el Kadett.

Todo verde, parece que no ha pasado el verano por la zona, así es, no hemos tenido verano, hemos estado todo el mes con frío salvo un par de días.

Ho la Sra. ha sido la piloto, yo mero espectador, pero observando al coche.

Que bien volver a tenerlo en la carretera, que sea por muchos años más.

Ya en la cima del puerto.

Entrada de los túneles de Aiurdín.

Próximos a Vitoria.

Ya tengo el pan en la mesa dispuesto para acompañar a la comida, bueno ya le había dado algún pellizco durante el recorrido.

Qué recuerdos durante años con este coche, perdurarán siempre en mi mente,