Esta mañana fría de agosto, tenemos diecisiete grados centígrados en Vitoria y para ser 18 de agosto me parece adecuado decir fría.
Qué mejor para entrar en calor que un buen desayuno, pues vamos allá, no será adecuado, por sus calorías y la edad avanzada del comensal, pero que me quiten lo bailado.
Resulta que el domingo me hice más de setecientos kilómetros para que entre otras cosas comprarme una panceta, bacón o como dicen los anglófonos beicon, y ahora no poder hacer un desayuno con ella.
Ahora ya se puede salir de casa y si hay que trabajar se trabaja, Ahora que lo pienso, deberían haber sido un par de huevos, uno solo no queda bien, bueno para la próxima.
Resulta que teníamos un trabajo pendiente con las varillas del cambio de velocidades de un coche, el problema es que se salían las varillas y no hacía bien el cambio de velocidades, pues si no hay una igual se hace.
Necesitábamos una como la que indica la flecha y teníamos las otras que la acompañan.
Ahora ya no se sale las varillas que lleva tres de diferentes longitudes, salimos a probar el coche en carretera y parece solucionado el problema.
Hace ya un tiempo que pasé por el desguace y encontré esta culata, al parecer hubo una lucha entre la culata y la válvula y los dos salieron dañados, saqué mi móvil y le hice una fotografía que ahora comparto para el que no haya visto una cosa similar, la pueda observar aquí.
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